A veces, pienso en si todo lo que hago merece la pena. ¿En serio lo merece esforzarse tanto...? Porque, al fin y al cabo, nadie me asegura un resultado positivo al final. Soy una persona muy exigente conmigo misma, y si algo no está perfecto desde mi punto de vista, siempre intento pulirlo al máximo. Pero... ¿...al final servirá para algo? Mi intención en todo momento siempre ha sido destacar entre los demás, y de pequeña eso era fácil, pues en aquella dorada época ninguno de nosotros realmente tenía conciencia de todos los millones de personas que hay en este mundo y de que, al no ser que tengas MUCHA suerte en la vida, sólo destacarás entre los que son más próximos a ti. Cuando te percatas de todo esto, se nos cae el alma al suelo (o por lo menos a mí sí se me cayó xD), y no sabes bien cómo reaccionar ni qué hacer para destacar. Y aunque algo realmente se te dé bien, siempre habrá un niñito asiático de menos de 10 años al que se le dé mejor que a ti xDDD Aceptémoslo, es la dur